Cada vez que el auditor supranacional viene a México nos receta una serie de estudios sobre cómo vamos y, eso sí, nos da opciones para salir adelante, con las opiniones de los expertos de su organización que realizan los análisis. De nuevo este mes estuvo en nuestro país José Ángel Gurría, también secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y ahora se refirió a varios temas; a la vivienda y las pensiones de manera pública, y quizá algunos otros que no se dieron a conocer.
México se ha convertido en un gran negocio para la OCDE, pues a la menor provocación las dependencias públicas le solicitan opiniones y estudios que la mayor de las veces hay que pagar, ya que vienen expertos a conocer la problemática “in-situ”. Sería interesante conocer cuántos de ésos le ha encargado la administración pública federal en los últimos años, así como su costo y cuál ha sido el beneficio concreto de los mismos, que es lo más importante, además de revisar si muchas de sus conclusiones no habían ya sido hechas por académicos o estudiosos mexicanos sin habérseles tomado en cuenta.
En relación con el tema de la vivienda, el secretario general, muy orondo como siempre, señaló ante el jefe de gobierno del D.F., el director del INFONAVIT y la secretaria de SEDATU que “las políticas urbanas deben establecerse sobre construir ciudades, no en construir vivienda, como lo hemos platicado con las autoridades mexicanas”.
Según él, el éxito de una política de vivienda no es construir muchas casas sino integrarlas en las zonas urbanas y, en el caso del Valle de México, aunque la marginación es baja, persiste la desigualdad y, por último, dijo que su organización está lista para continuar ayudando para mejorar la agenda urbana, es decir, otro contrato más. ¿Qué de lo que dijo el señor Gurría no se sabía en México? ¿Cuál es en verdad la aportación y lo original de este estudio? Los servidores públicos están felices con estas aportaciones y quisiéramos saber cuál es el sentido concreto de ellas. ¿Van a cambiar la política de vivienda o será otro estudio para engrosar los archiveros?
El otro estudio se refiere a las pensiones y de plano plantea la necesaria modificación del sistema ya que no van a alcanzar los recursos para pagar las pensiones de la primera generación de trabajadores afiliados al esquema, para lo cual hay que llevar a estos trabajadores a un sistema mixto y que parte de su pensión la financien ellos mismos. Como dato importante señala que las contribuciones en el país son bajas para asegurar una pensión de 50 por ciento del último salario recibido y que por lo menos debería duplicarse la aportación del trabajador. Asimismo, agrega que las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES) cobran comisiones más altas que en otros países y que deberían bajar, que México ocupa el lugar 12 de 19 países de la OCDE con las tasas más altas y que hay países, como Polonia y Hungría, que cobran la mitad.
La realidad es que aquellos afortunados en contar con una jubilación ven que les alcanza cada día menos para cubrir sus necesidades básicas y, dada la situación demográfica, en pocos años habrá millones de personas ancianas que no tendrán cómo sobrevivir. Quizá la propuesta de la OCDE sea necesaria, pero debería considerar que pedirle a un trabajador con ingresos equivalentes a tres salarios mínimos, que son cerca de 35 millones de personas, o sea casi el 70 por ciento de la población que labora, que duplique su aportación para que tenga garantizado un 50 por ciento del salario que recibe, implica no tomar en consideración que él y su familia tienen que vivir con aproximadamente 5,000 pesos al mes y para ellos cada peso cuenta, y cuenta bastante.
Muchos en México han escrito sobre la insostenibilidad del sistema de pensiones y no se les ha tomado en cuenta, ahora que ha llegado el documento de la OCDE sería bueno que hubiera una discusión de expertos sobre el tema, que considerara todos los elementos, incluyendo por supuesto el fundamental: el salario.