Aunque los municipios metropolitanos, excepto Tonalá, redujeron el monto de deuda que tenían en 2012, los pasivos que heredarán los Alcaldes salientes a las próximas administraciones son elevados.
En Guadalajara, por ejemplo, la Administración del priista Ramiro Hernández entregará a Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, una deuda de 2 mil 355 millones de pesos.
Ésta representa alrededor de 45 por ciento de su presupuesto aprobado para este año, que es de 5 mil 228 millones de pesos.
Por su parte, el Alcalde de Zapopan, Héctor Robles, heredará a Pablo Lemus una deuda de mil 115 millones de pesos, que equivale a 21 por ciento del presupuesto asignado al Municipio para el 2015, mientras que el Alcalde de Tlaquepaque, Alfredo Barba, dejará a María Elena Limón una deuda de 652 millones de pesos, que representa el 41 por ciento de su gasto.
Tonalá es el caso más escandaloso de endeudamiento en la Metrópoli, ya que sus pasivos ante instituciones crediticias suman 965 millones de pesos, mientras que su presupuesto de egresos aprobado para el presente ejercicio es de 980 millones de pesos.
Esto significa que Jorge Arana, Alcalde tonalteca, entregará el Municipio a su compañero priista, Sergio Chávez, con una deuda que representa el 98 por ciento de su presupuesto anual.
El Alcalde de Tlajomulco, Ismael del Toro, heredará al también emecista, Alberto Uribe, un endeudamiento de 216 millones de pesos, que equivale al 13 por ciento de su presupuesto aprobado.
Los saldos de la deuda pública de los municipios se encuentran publicados en la página de Internet de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Esos números coinciden con un informe de los estados financieros y de deuda de los municipios de Jalisco elaborado por la Auditoría Superior del Estado, mismo que se publicó en el Periódico Oficial El Estado de Jalisco el 3 de septiembre pasado.
La deuda reportada es únicamente la contratada ante instituciones crediticias; no considera adeudos a proveedores ni tampoco pasivos por concepto de obra pública.
